La obstrucción uretral en gatos es probablemente la complicación más frecuente en felinos con enfermedad del tracto urinario caudal, dicha enfermedad se asocia comúnmente a cistitis idiopática, urolitiasis e infecciones bacterianas (menos frecuente), las causas mas comunes de obstrucción asociadas a estas patologías suelen ser los tapones uretrales, urolitos, espasmos, inflamación y edema de la mucosa uretral. Los urolitos por su parte específicamente en gatos se encuentran más frecuentemente en vejiga y uretra y con menor frecuencia en riñón y uréter.

Los gatos machos son los que más fácilmente pueden desarrollar una obstrucción de uretra. Lo que hace más susceptibles a los machos es su propia anatomía del tracto urinario inferior que está conformado por el extremo caudal de cada uréter, la vejiga urinaria y la uretra, que en los machos tiene tres porciones; pre prostática, prostática y pos prostática, esto lo hace más propenso a desarrollar alteraciones genitourinarias por la uretra bastante larga y con dos porciones de estrechamiento. Es posible encontrar hembras obstruidas, pero en raras ocasiones las vemos.

Así como la obstrucción es la complicación más común en felinos con enfermedad de tracto urinario, la complicación más grande de una obstrucción es no hacer el manejo adecuado.

Es importante aclarar que la obstrucción uretral no es una enfermedad, es consecuencia de alguna otra enfermedad como las que ya mencionamos.

El diagnostico de una obstrucción y de su enfermedad causante en un inicio será basado en signos clínicos por lo que es importante conocerlos. Los más comunes son los siguientes:

- Disuria: Dolor o malestar al orinar, un signo clínico controvertido en medicina veterinaria debido a que el paciente no puede expresar de forma clara que su dolor o malestar que, en ocasiones se puede identificar dolor o molestia al orinar, pero deberemos distinguir si es un problema articular o propiamente de la uretra, lo cual entrara en las opciones a descartar en el diagnóstico. Claro que si tenemos un paciente al que ya le realizamos un examen ortopédico sin detectar alguna anomalía podríamos decir que tenemos un caso con disuria.

- Polaquiuria: Aumento de las veces en las que el paciente orina, muchas veces no hay salida de orina como tal pero se siguen posicionando.

- Estranguria: el paciente tiene la vejiga plétora, pero al posicionarse no hay expulsión de orina.

- Hematuria: Para confirmar una hematuria debemos encontrar eritrocitos en el sedimento urinario, puede ser una orina de color rojo por hemoglobinuria o mioglobinuria, si encontramos eritrocitos hay una hemorragia y hay hematuria.

- Periuria: el gato a consecuencia del proceso inflamatorio que está teniendo, la polaquiuria y demás signos clínicos comienzan a tener urgencia por orinar y en muchas ocasiones comienza ya a hacer fuera de su arenero. Orina fuera del arenero. (Es importante que los gatos tengan arenero para poder observar este tipo de signos clínicos).

- Incontinencia urinaria: La orina no se contienen por completo en la vejiga (normalmente esto se da por cuestiones neurológicas)

- Retención urinaria: La vejiga no se puede contraer y no le es posible vaciarse, más por una alteración del músculo detrusor o una alteración neurológica pero en este caso no por obstrucción, esa es la diferencia contra la polaquiuria.

Un gato que presenta los signos clínicos ya revisados, sabemos que tiene una enfermedad del tracto urinario sine embargo, aun no sabes cual es dicha enfermedad, la epidemiología de las ETUCG nos dice lo siguiente:

Las más comunes son

- Cistitis idiopática felina

- Urolitiasis

- IBTU (Infección bacteriana del tracto urinario)

- Otras patologías (neurológicas, tumores, parasitarias)

Las cuales serán nuestros diferenciales cuando nos encontramos con un paciente con los signos clínicos descritos.

Las tres patologías más frecuentes las podemos encontrar distribuidas de manera distinta de acuerdo a las edades de nuestros pacientes; La literatura nos dice que en base a la edad del paciente podemos hacer una clasificación de la patología más frecuente y orientar nuestro diagnóstico:

Si es un paciente menor a 10 años lo más frecuente será Cistitis idiopática, seguido de urolitiasis y después IBTU

En un paciente mayor de 10 años lo más frecuente es IBTU, urolitiasis y cistitis idiopática. No basaremos nuestro diagnostico definitivo en la edad, pero nos orienta de manera importante, debemos tener en cuenta que en gatos mayores de 10 años la incidencia de enfermedades otras incrementa (neurológicas, tumores etc).

Según nuestras sospechas nuestro proceso diagnostico llevara cierto curso, no hay una prueba para detectar cistitis idiopática por lo que el proceso será descartar urolitiasis e IBTU principalmente.

Nuestros estudios iniciales serán:

- Urianalis: puedo detectar alteraciones en el sedimento urinario, bacterias, procesos inflamatorios y muy importante la densidad urinaria; cuando un gato tiene una densidad urinaria menor a 1.030 tiene más riesgo de sufrir una infección.

- Estudio radiográfico: evidencia cálculos urinarios radiopacos y descartar lesiones de columna

- Estudio ultrasonográfico: detección de cálculos urinarios de tamaño pequeño y que no son visibles a la radiografía, además de ver linfonodos adyacentes.

- De esta manera estaríamos descartando o confirmando urolitiasis e IBTU, si es así concluimos que estamos frente a una Cistitis idiopática.

Bibliografía

Rodríguez N. MANEJO DE LA UROLITIASIS OBSTRUCTIVA EN FELINOS MACHOS. Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales - U.D.C.A facultad de ciencias agropecuarias. Bogotá Colombia. 2022.